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Este domingo 22 de octubre se llevaron a cabo en Argentina elecciones presidenciales en las que se presentaron los cinco candidatos que ganaron en la interna o bien lograron superar el mínimo de votos necesarios obtenidos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), unos comicios implementados en el país para definir candidaturas.
En un giro a lo que fueron los resultados de esa elección, y que nadie se animó a prever, el candidato oficialista de Unión por la Patria, Sergio Massa, actual ministro de Economía, se impuso con un 36,7 por ciento de los sufragios. Mientras que el economista Javier Milei, de La Libertad Avanza, obtuvo el segundo lugar con 30 puntos. Ambos se disputarán la presidencia en un balotaje que se realizará el 19 de noviembre.
Tercera quedó la candidata de Juntos por el Cambio, espacio de centro derecha del ex presidente desde 2015 a 2019, Mauricio Macri, con 23, 8 por ciento de votos. El candidato de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, se ubicó cuarto con 6,8 por ciento y quinta Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, con 2,7 por ciento.
El vencedor realizó un discurso moderado, pretendiendo cautivar al resto del electorado, sin mencionar al actual presidente Alberto Fernández ni a la vicepresidenta Cristina Kirchner, verdadera jefa política del espacio kirchnerista, que nuevamente debió optar por una figura más conservadora para la candidatura, y que incluso se había despegado del espacio con fuertes críticas hacia su máxima representante, al igual que el mandatario en funciones.
Por su parte, Milei, un personaje que se popularizó mediáticamente como panelista de televisión por su extraño peinado y sus intervenciones acaloradas, exponente de una nueva derecha que se declama “libertaria” y referenciado en los ex presidentes de Estados Unidos y Brasil, Donald Trump y Jair Bolsonaro respectivamente, volvió a apelar a su estilo incendiario e histriónico para pedir “el fin del kirchnerismo”.