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Un frágil cese de fuego con Líbano que Israel ya habría violado

Se anunció el miércoles 27 de noviembre un acuerdo de cese del fuego por 60 días entre Israel y el grupo libanés Hezbollah. Este pacto, mediado por Estados Unidos y Francia, busca reducir las tensiones en la frontera entre ambos países tras semanas de enfrentamientos intensos. Sin embargo, el Ejército del Líbano ya ha acusado a Israel de violar el alto el fuego "en varias ocasiones" desde su entrada en vigor.


El cese del fuego incluye únicamente las hostilidades entre Israel y Hezbollah en la frontera norte de Israel, pero no abarca la Franja de Gaza, donde el conflicto entre el ejército israelí y Hamás continúa sin tregua. Hezbollah había demandado desde el inicio de las negociaciones que Gaza fuese incluida en los términos del acuerdo, pero esa solicitud no fue incorporada.


Según fuentes militares, el cese del fuego permitirá al ejército israelí redistribuir recursos y dar descanso a sus reservistas, mientras que Hezbollah podrá reorganizar sus fuerzas en el sur del Líbano.


Tras el anuncio, Israel lanzó ataques aéreos sobre objetivos en el centro de Beirut, intensificando la situación en la región. Por otro lado, la comunidad internacional ha mostrado escepticismo sobre la efectividad de la tregua, ya que los enfrentamientos recientes han tenido consecuencias significativas tanto para civiles como para las infraestructuras en las áreas afectadas.


Mientras tanto, en Gaza, el ejército israelí continúa sus operaciones en el norte, desplazando a miles de personas y llevando a cabo bombardeos intensivos, bajo el argumento de combatir a Hamás. Hezbollah había iniciado ataques desde el sur del Líbano como respuesta a la ofensiva israelí en Gaza, buscando ejercer presión sobre Israel para frenar la escalada en la Franja y negociar el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos.


El acuerdo llega en un momento de alta tensión política en Israel. Algunos sectores del gabinete israelí han expresado su descontento, argumentando que la tregua no garantiza la seguridad a largo plazo para las comunidades del norte de Israel. Por otro lado, Netanyahu ha señalado que el presidente Biden presionó directamente para lograr el acuerdo, algo que él habría aceptado a regañadientes.


En el plano internacional, las negociaciones se desarrollan en un contexto de tensiones globales, con la guerra en Ucrania y la influencia de Irán en la región jugando un papel clave. También se observa con atención la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita, un actor relevante en las dinámicas del conflicto palestino-israelí.

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